viernes, 18 de noviembre de 2011

Miniquest: Los tipos de viviendas.

  

Escenario

    La maestra del Nivel Inicial lleva a clase un video sobre: Los tres cerditos. Es muy interesante, presenta un cuento donde hay tres cerditos que están construyendo sus casas con diferentes materiales, para cuando el lobo venga no se la derrumbe.

    ¡Interesante! ¡Divertido! ¡Educativo!

 
  Un alumno cuenta que había escuchado ese cuento anteriormente.

  Otro alumno pregunta: ¿El Lobo se come los tres cerditos?
 
  Todos deseamos saber la respuesta, investiguemos lo que sucedió al finalizar el   cuento.
 
  Dicho esto, vamos a la tarea.

Tareas


     Lo primero que queremos saber…
    ¿De qué trata el cuento?
    ¿Cuáles tipos de viviendas presenta el cuento?
    ¿Por qué es importante vivir en un lugar seguro?

     
     Si le das un clic a este enlace: http://www.youtube.com/watch?feature=player. Podrás ver el cuento nuevamente.
   

     Finalmente es hora de colorear los tipos de viviendas que hay en tu comunidad.



Producto

  ¿Existen en tu comunidad los tipos de viviendas que se presentan en el cuento?

viernes, 4 de noviembre de 2011

Materiales propios del Nivel Inicial ( imágenes).








Adivinanzas


¿Qué será? ¿Qué puede ser? ¿Qué cuanto más grande se hace menos la podemos ver?
 
La oscuridad.

 
Sube llena y baja vacía, y si no se da prisa la sopa se enfría.
La cuchara.

 
Las tijeras.
Dos compañeras que siempre van al compás, con las manos por delante y los ojos por detrás.

El viento.
Qué cosa será, qué cosa es, que te da siempre en la cara, pero tú nunca la vez

El ajo.
Tengo cabeza redonda, sin nariz, ojos ni frente. Y mi cuerpo se compone tan solo de blancos dientes.
                                                                                                                                                                    
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        
Pérez anda, Gil camina, tonto es quién no lo adivina.
El perejil.
Te la digo y no me entiendes, te la repito y no me comprendes.
La tela.

Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser mar ni río, peces en mí he visto yo.
La sartén.
Te la digo y no me entiendes, te la repito y no me comprendes.

Viste de chaleco blanco y también de negro frac. Es un ave que no vuela, pero si sabe nadar.         
El pingüino.

Canciones.

Cinco ratoncitos
Cinco ratoncitos de colita gris,
mueven las orejas, mueven la nariz,
abren los ojitos, comen sin cesar,
por si viene el gato, que los comerá,
comen un quesito, y a su casa van,
cerrando la puerta, a dormir se van.
Cinco Lobitos
Cinco lobitos tiene la loba
blancos y negros detrás de una escoba.
Cinco tenía y cinco criaba
y a todos los cinco tetita les daba.

Debajo de un botón
Debajo de un botón, ton, ton,
Que encontró Martín, tín, tín,
había un ratón, ton, ton
ay que chiquitín, tin, tin,
ay que chiquitín, tin, tin,
era aquel ratón, ton, ton,
que encontró Martín, tin, tin,
debajo de un botón, ton, ton.
EL GALLITO
Hay tres noches que no duermo, la, la, la,
al pensar en mi gallito, la, la,
pobrecito, la, la, se ha perdido, la, la,
y no sé donde estará.
Tiene las plumas de oro, la, la,
y la cresta colorada, la, la,
mueve el ala, la, la, abre el pico, la, la,
y no sé donde estará.

Un Elefante

Un elefante se balanceaba en la tela de una araña,
y como veía que no se caía fue a avisar a  otro elefante..

Dos elefantes se balanceaban en la tela de una araña,
y como veían que no se caían fueron a avisar a  otro elefante..

Tres elefantes se balanceaban en la tela de una araña,
como veían que no se caían fueron a avisar a  otro elefante,

Cuatro elefantes se balanceaban......

Uno de Enero
Uno de Enero,
dos de Febrero,
tres de Marzo,
cuatro de Abril,
cinco de Mayo,
seis de Junio,
siete de Julio San Fermín.

A Pamplona hemos de ir,
con una media,
con una media,
a Pamplona hemos de ir
con una media y un calcetín.

Cuentos



El Hada y la Sombra.

Hace mucho, mucho tiempo, antes de que los hombres y sus ciudades llenaran la tierra, antes incluso de que muchas cosas tuvieran un nombre, existía un lugar misterioso custodiado por el hada del lago. Justa y generosa, todos sus vasallos siempre estaban dispuestos a servirle. Y cuando unos malvados seres amenazaron el lago y sus bosques, muchos se unieron al hada cuando les pidió que la acompañaran en un peligroso viaje a través de ríos, pantanos y desiertos en busca de la Piedra de Cristal, la única salvación posible para todos.
El hada advirtió de los peligros y dificultades, de lo difícil que sería aguantar todo el viaje, pero ninguno se asustó. Todos prometieron acompañarla hasta donde hiciera falta, y aquel mismo día, el hada y sus 50 más leales vasallos comenzaron el viaje. El camino fue aún más terrible y duro que lo había anunciado el hada. Se enfrentaron a bestias terribles, caminaron día y noche y vagaron perdidos por el desierto sufriendo el hambre y la sed. Ante tantas adversidades muchos se desanimaron y terminaron por abandonar el viaje a medio camino, hasta que sólo quedó uno, llamado Sombra. No era el más valiente, ni el mejor luchador, ni siquiera el más listo o divertido, pero continuó junto al hada hasta el final. Cuando ésta le preguntaba que por qué no abandonaba como los demás, Sombra respondía siempre lo mismo "Os dije que os acompañaría a pesar de las dificultades, y éso es lo que hago. No voy a dar media vuelta sólo porque haya sido verdad que iba a ser duro".
Gracias a su leal Sombra pudo el hada por fin encontrar la Piedra de Cristal, pero el monstruoso Guardián de la piedra no estaba dispuesto a entregársela. Entonces Sombra, en un último gesto de lealtad, se ofreció a cambio de la piedra quedándose al servicio del Guardián por el resto de sus días...
La poderosa magia de la Piedra de Cristal permitió al hada regresar al lago y expulsar a los seres malvados, pero cada noche lloraba la ausencia de su fiel Sombra, pues de aquel firme y generoso compromiso surgió un amor más fuerte que ningún otro. Y en su recuerdo, queriendo mostrar a todos el valor de la lealtad y el compromiso, regaló a cada ser de la tierra su propia sombra durante el día; pero al llegar la noche, todas las sombras acuden el lago, donde consuelan y acompañan a su triste hada.


La Jóven del Bello Rostro.
Había una vez una joven de origen humilde, pero increíblemente hermosa, famosa en toda la comarca por su belleza. Ella, conociendo bien cuánto la querían los jóvenes del reino, rechazaba a todos sus pretendientes, esperando la llegada de algún apuesto príncipe. Este no tardó en aparecer, y nada más verla, se enamoró perdidamente de ella y la colmó de halagos y regalos. La boda fue grandiosa, y todos comentaban que hacían una pareja perfecta.
Pero cuando el brillo de los regalos y las fiestas se fueron apagando, la joven princesa descubrió que su guapo marido no era tan maravilloso como ella esperaba: se comportaba como un tirano con su pueblo, alardeaba de su esposa como de un trofeo de caza y era egoísta y mezquino. Cuando comprobó que todo en su marido era una falsa apariencia, no dudó en decírselo a la cara, pero él le respondió de forma similar, recordándole que sólo la había elegido por su belleza, y que ella misma podía haber elegido a otros muchos antes que a él, de no haberse dejado llevar por su ambición y sus ganas de vivir en un palacio.
La princesa lloró durante días, comprendiendo la verdad de las palabras de su cruel marido. Y se acordaba de tantos jóvenes honrados y bondadosos a quienes había rechazado sólo por convertirse en una princesa. Dispuesta a enmendar su error, la princesa trató de huir de palacio, pero el príncipe no lo consintió, pues a todos hablaba de la extraordinaria belleza de su esposa, aumentando con ellos su fama de hombre excepcional. Tantos intentos hizo la princesa por escapar, que acabó encerrada y custodiada por guardias constantemente.
Uno de aquellos guardias sentía lástima por la princesa, y en sus encierros trataba de animarle y darle conversación, de forma que con el paso del tiempo se fueron haciendo buenos amigos. Tanta confianza llegaron a tener, que un día la princesa pidió a su guardián que la dejara escapar. Pero el soldado, que debía lealtad y obediencia a su rey, no accedió a la petición de la princesa. Sin embargo, le respondió diciendo:
- Si tanto queréis huir de aquí, yo sé la forma de hacerlo, pero requerirá de un gran sacrificio por vuestra parte.
Ella estuvo de acuerdo, confirmando que estaba dispuesta a cualquier cosa, y el soldado prosiguió:
- El príncipe sólo os quiere por vuestra belleza. Si os desfiguráis el rostro, os enviará lejos de palacio, para que nadie pueda veros, y borrará cualquier rastro de vuestra presencia. Él es así de ruin y miserable.
La princesa respondió diciendo:
- ¿Desfigurarme? ¿Y a dónde iré? ¿Qué será de mí, si mi belleza es lo único que tengo? ¿Quién querrá saber nada de una mujer horriblemente fea e inútil como yo?
- Yo lo haré - respondió seguro el soldado, que de su trato diario con la princesa había terminado enamorándose de ella - Para mí sois aún más bella por dentro que por fuera.

Y entonces la princesa comprendió que también amaba a aquel sencillo y honrado soldado. Con lágrimas en los ojos, tomó la mano de su guardián, y empuñando juntos una daga, trazaron sobre su rostro dos largos y profundos cortes...
Cuando el príncipe contempló el rostro de su esposa, todo sucedió como el guardián había previsto. La hizo enviar tan lejos como pudo, y se inventó una trágica historia sobre la muerte de la princesa que le hizo aún más popular entre la gente.
Y así, desfigurada y libre, la joven del bello rostro pudo por fin ser feliz junto a aquel sencillo y leal soldado, el único que al verla no apartaba la mirada, pues a través de su rostro encontraba siempre el camino hacia su corazón.


El Valiente Manuté
 El mejor hombre de toda la tribu es el valiente Manuté", decían todos. No había momento del día en que no pudiera comprobarse su valentía: saltaba desde varios metros de altura hasta el suelo, luchaba con serpientes venenosas, atrapaba escorpiones con la mano y podía hacerse una herida de un palmo con un cuchillo sin un gesto de dolor. Todo lo contrario decían de Pontomá, a quien nunca se había visto ni siquiera atrapar un mono.
Un día coincidieron ambos en la misma zona de la selva, y estaba Manuté mostrándole a Pontomá una serpiente coral que acababa de atrapar, cuando comenzó a diluviar como nunca antes habían visto. Ambos corrieron a guarecerse bajo unas grandes plantas, y allí permanecieron hasta que dejó de llover.
Sin embargo, cuando iban a salir de su escondite, oyeron a menos de 2 metros el rugido de un tigre. Las plantas eran muy espesas y el animal no podría atravesarlas, pero estaba prácticamente junto a la entrada del escondite. Si se le ocurría atravesarla y les encontraba allí, no saldrían vivos, así que Manuté se inquietó mucho y empezó a ponerse nervioso. Quería salir a toda costa y enfrentarse al tigre en un terreno más abierto en que pudiera hacer uso de su gran habilidad de cazador. Pontomá le hacía señas para que se quedara quieto sin hacer ruido, pero Manuté, cansado de la compañía de un miedica, salió fuera, sorprendiendo al tigre.
El tigre recibió un par de heridas profundas, pero no tardó en recuperarse y con dos zarpazos hirió al valiente Manuté, arrojándolo al suelo. Tomó impulso y saltó sobre él, pero la lanza de Manuté interrumpió su vuelo. El tigre se revolvió herido, pero la lanza se movía a la velocidad del rayo, con una precisión increíble, hiriendo una y otra vez al animal, hasta que éste cayó sin vida.
Manuté, con la boca abierta y sangrando abundantemente por sus heridas, presenció todo desde el suelo. Jamás antes había visto a nadie hacer frente a un tigre y manejar la lanza con la calma y fuerza con que acababa de ver hacerlo a Pontomá.

Ninguno dijo nada, no era necesario añadir palabras a la mirada agradecida de Manuté, ni a la mano tendida de Pontomá, ni a la piel del tigre que increíblemente dejaron allí en la selva.
Pero desde aquel día, todos piensan que Manuté no es el mismo, que ya no es tan valiente, y les extraña aún más ver entre las cosas de Pontomá la antigua lanza de Manuté. Pero él sonríe y recuerda el día que aprendió que los verdaderos valientes no buscan los peligros; les basta con controlar su miedo cuando los peligros les encuentran.


Los Malos Vecinos
Había una vez un hombre que salió un día de su casa para ir al trabajo, y justo al pasar por delante de la puerta de la casa de su vecino, sin darse cuenta se le cayó un papel importante. Su vecino, que miraba por la ventana en ese momento, vio caer el papel, y pensó:
- ¡Qué descarado, el tío va y tira un papel para ensuciar mi puerta, disimulando descaradamente!
Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza, y por la noche vació su papelera junto a la puerta del primer vecino. Este estaba mirando por la ventana en ese momento y cuando recogió los papeles encontró aquel papel tan importante que había perdido y que le había supuesto un problemón aquel día. Estaba roto en mil pedazos, y pensó que su vecino no sólo se lo había robado, sino que además lo había roto y tirado en la puerta de su casa. Pero no quiso decirle nada, y se puso a preparar su venganza. Esa noche llamó a una granja para hacer un pedido de diez cerdos y cien patos, y pidió que los llevaran a la dirección de su vecino, que al día siguiente tuvo un buen problema para tratar de librarse de los animales y sus malos olores. Pero éste, como estaba seguro de que aquello era idea de su vecino, en cuanto se deshizo de los cerdos comenzó a planear su venganza.
Y así, uno y otro siguieron fastidiándose mutuamente, cada vez más exageradamente, y de aquel simple papelito en la puerta llegaron a llamar a una banda de música, o una sirena de bomberos, a estrellar un camión contra la tapia, lanzar una lluvia de piedras contra los cristales, disparar un cañón del ejército y finalmente, una bomba-terremoto que derrumbó las casas de los dos vecinos...
Ambos acabaron en el hospital, y se pasaron una buena temporada compartiendo habitación. Al principio no se dirigían la palabra, pero un día, cansados del silencio, comenzaron a hablar; con el tiempo, se fueron haciendo amigos hasta que finalmente, un día se atrevieron a hablar del incidente del papel. Entonces se dieron cuenta de que todo había sido una coincidencia, y de que si la primera vez hubieran hablado claramente, en lugar de juzgar las malas intenciones de su vecino, se habrían dado cuenta de que todo había ocurrido por casualidad, y ahora los dos tendrían su casa en pie...
Y así fue, hablando, como aquellos dos vecinos terminaron siendo amigos, lo que les fue de gran ayuda para recuperarse de sus heridas y reconstruir sus maltrechas casas.



El Regalo Mágico del Conejito Pobre
Hubo una vez en un lugar una época de muchísima sequía y hambre para los animales. Un conejito muy pobre caminaba triste por el campo cuando se le apareció un mago que le entregó un saco con varias ramitas."Son mágicas, y serán aún más mágicas si sabes usarlas" El conejito se moría de hambre, pero decidió no morder las ramitas pensando en darles buen uso.
Al volver a casa, encontró una ovejita muy viejita y pobre que casi no podía caminar."Dame algo, por favor", le dijo. El conejito no tenía nada salvo las ramitas, pero como eran mágicas se resistía a dárselas. Sin embargó, recordó como sus padres le enseñaron desde pequeño a compartirlo todo, así que sacó una ramita del saco y se la dió a la oveja. Al instante, la rama brilló con mil colores, mostrando su magia. El conejito siguió contrariado y contento a la vez, pensando que había dejado escapar una ramita mágica, pero que la ovejita la necesitaba más que él. Lo mismo le ocurrió con un pato ciego y un gallo cojo, de forma que al llegar a su casa sólo le quedaba una de las ramitas.
Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron muy orgullosos por su comportamiento. Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito pequeño, llorando por el hambre, y también se la dió a él.

En ese momento apareció el mago con gran estruendo, y preguntó al conejito ¿Dónde están las ramitas mágicas que te entregué? ¿qué es lo que has hecho con ellas? El conejito se asustó y comenzó a excusarse, pero el mago le cortó diciendo ¿No te dije que si las usabas bien serían más mágicas?. ¡Pues sal fuera y mira lo que has hecho!
Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos los campos de alrededor se habían convertido en una maravillosa granja llena de agua y comida para todos los animales!!
Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos.

Trabalenguas



Corazón de chirichispa
y ojos de chirichispé:
tú que me enchirichispaste,
hoy desenchirichispamé.
Cuca cose en casa de Coco Suca.
Buscaba el bosque Francisco,
un vasco bizco, muy brusco,
y al verlo le dijo un chusco,
¿Busca el bosque, vasco bizco?
Cuando cuentes cuentos,
cuenta cuantos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas,
nunca sabrás cuantos cuentos cuentas tú.
El perro de San Roque
no tiene rabo
porque Ramón Ramírez
se lo ha robado.
Pepe Cuinto contó de cuentos un ciento,
y un chico dijo contento:
¡Cuántos cuentos cuenta Cuinto!
El cielo está enladrillado
¿quién lo desenladrillará?,
el desenladrillador que lo desenladrille
buen desenladrillador será.
 Pata, Peta, Pita y Pota
Pata, Peta, Pita y Pota,
cuatro patas, con un pato
y dos patas cada una.
Cuatro patas, cada pata
con dos patas y su pato.
Pota, Pita, Peta y Pata.


Software Educativo
Software Educativo: son programas educativos y programas didácticos como sinónimos para designar genéricamente los programas para ordenador creados con la finalidad específica de ser utilizados como medio didáctico, es decir, para facilitar los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
Esta definición engloba todos los programas que han estado elaborados con fin didáctico, desde los tradicionales programas basados en los modelos conductistas de la enseñanza, los programas de Enseñanza Asistida por Ordenador (EAO), hasta los aun programas experimentales de Enseñanza Inteligente Asistida por Ordenador (EIAO), que, utilizando técnicas propias del campo de los Sistemas Expertos y de la Inteligencia Artificial en general, pretenden imitar la labor tutorial personalizada que realizan los profesores y presentan modelos de representación del conocimiento en consonancia con los procesos cognitivos que desarrollan los alumnos.
No obstante según esta definición, más basada en un criterio de finalidad que de funcionalidad, se excluyen del software educativo todos los programas de uso general en el mundo empresarial que también se utilizan en los centros educativos con funciones didácticas o instrumentales como por ejemplo: procesadores de textos, gestores de bases de datos, hojas de cálculo, editores gráficos... Estos programas, aunque puedan desarrollar una función didáctica, no han estado elaborados específicamente con esta finalidad.
Los programas educativos pueden tratar las diferentes materias (matemáticas, idiomas, geografía, dibujo...), de formas muy diversas (a partir de cuestionarios, facilitando una información estructurada a los alumnos, mediante la simulación de fenómenos...) y ofrecer un entorno de trabajo más o menos sensible a las circunstancias de los alumnos y más o menos rico en posibilidades de interacción; pero todos comparten cinco características esenciales:
  • Son materiales elaborados con una finalidad didáctica, como se desprende de la definición.
  • Utilizan el ordenador como soporte en el que los alumnos realizan las actividades que ellos proponen.
  • Son interactivos, contestan inmediatamente las acciones de los estudiantes y permiten un diálogo y un intercambio de informaciones entre el ordenador y los estudiantes.
  • Individualizan el trabajo de los estudiantes, ya que se adaptan al ritmo de trabajo cada uno y pueden adaptar sus actividades según las actuaciones de los alumnos.
  • Son fáciles de usar. Los conocimientos informáticos necesarios para utilizar la mayoría de estos programas son similares a los conocimientos de electrónica necesarios para usar un vídeo, es decir, son mínimos, aunque cada programa tiene unas reglas de funcionamiento que es necesario conocer.

Videos.











      






Salomé  Ureña de Henríquez
(1850-1897)
Nació en Santo Domingo el 21 de agosto del 1950. Fue poeta y pedagoga. Todavía se le considera como la figura central de la poesía lírica dominicana de mediados del siglo XIX y también innovadora de la educación femenina, ya que fundó en 1881 el primer centro femenino de enseñanza superior: el "Instituto de Señoritas".
Fue hija del escritor Nicolás Ureña de Mendoza. Sus primeras lecciones las tomó de su madre Gregoria Díaz.
Tiene el honor de haber sido distribuida como la primera gran poeta de nuestra historia. Fue la primera mujer que produjo una poesía.
Se casó con el escritor, médico y abogado Francisco Henríquez y Carvajal. Les nacieron cuatro hijos: Francisco, Pedro, Max y Camila Henríquez Ureña.
Publicó sus primeros poemas a la edad de 17 años.


Clasifica sus obras en:
·       Poesía doméstica.
·       Poesía patriótica.
·       Romanticismo.
·       Realismo.
·       El naturalismo.
·       Positivismo.

Entre sus obras están:
Ø A la patria.
Ø La ruina.
Ø La llegada del invierno.

Romy Rodríguez: ella considera a Salomé Ureña como un referente simbólico, porque esto es lo que muestra en sus escritos ya mencionado.
Los poemas de Salomé Ureña son considerados como las cortinas que habría que recorrer para llegar a ella. Considera como una madre, amante, una mujer amiga y solidaria. Estos son sus atributos y valores.
Sus escritos son de suma importancia y valorización, ella canalizó la igualdad de sexo y la dignidad, considerando que tanto el hombre como la mujer tienen el mismo derecho.

Crear un blog.
Para crear un blog se hacen los siguientes pasos:
1)  Abra la página www.blogger.com  y pulse sobre la flecha que dice “Crear tu blog ahora”.

2)  Debe poseer una cuenta de correo electrónico. Si su cuenta es de gmail, en esa misma página pulse donde dice: “primero accede a ella” para que ingrese su clave y pueda proceder directamente a crear su blog.

3)  Si su cuenta de correo es de otro proveedor distinto de gmail, como Yahoo o Hotmail, debe proceder a registrarla en Google llenando la ficha de la página y pulsando “continuar” para que lo lleve al segundo paso.

4)  Asigne un nombre a su blog. Este será el nombre que aparecerá en la cabecera de la página del blog. En este caso seleccionamos un nombre temporal que después podremos cambiar durante el proceso de edición.

5)  El nombre de la casilla siguiente no será editable una vez creado el blog (no lo podrá modificar), y es el que aparecerá en la dirección electrónica del blog.
Elija un nombre poco común para que no coincida con otro asignado anteriormente a otro usuario de Blogger y se lo rechacen. Pruebe con combinaciones de letras y números.

6)  Al presionar “continuar” le aparecerá la página para seleccionar la plantilla del blog. Antes de seleccionar una, puede presionar sobre “Vista preliminar de la plantilla” y visualizar su blog. Tenga en cuenta que una vez creado el blog siempre podrá volver a cambiar la plantilla si lo desea.

7)  Finalizado todo el proceso para crear el blog, se le mostrará un aviso de que su blog ha sido creado.